técnicas y hábitos de estudio

tecnicas y habitos de estudio

Técnicas y hábitos de estudio.

Las estrategias metacognitivas para reforzar las técnicas y hábitos de estudio en la Educación Superior.

Los estudiantes universitarios requieren estrategias que promuevan su desempeño y aprendizaje dentro de la academia. Por lo tanto, hoy en día es indispensable que se enseñen en aula y se refuercen en casa el uso de estrategias metacognitivas.

Las estrategias metacognitivas son “las responsables de una función primordial en todo proceso de aprendizaje, necesarias para facilitar la asimilación de la información que llega del exterior al sistema cognitivo del sujeto, lo cual supone gestionar y monitorear la entrada, etiquetación-categorización, almacenamiento, recuperación y salida de los datos” (Monereo, 1990).

De acuerdo a lo anterior, el estudiante es activo en la regularización su proceso de aprendizaje, ya sea en la mejora de sus habilidades escritúrales o habilidades de lectura. Además de ello, se fortalece en éste, la motivación en su proceso, pues es consciente y autónomo en la toma de decisiones, en relación a la forma en la que desea tomar, procesar, guardar y usar  la información textual.

La universidad tiene demandas académicas exigentes para los estudiantes, que aún se encuentra en su transición de las actividades escolares a las de educación superior; pues estas últimas requieren de búsquedas exhaustivas, análisis de la información, adquisición de nuevo vocabulario, discernimiento de tópicos e incluso manejo de buenas técnicas y hábitos de estudio.

Es así que se espera el estudiante y la persona reguladora del proceso de aprendizaje (profesor) tenga en cuenta las etapas  (planeación, regulación, control y evaluación.) para llevar a cabo el proceso que ayudarán al universitario a mejorar su rendimiento. La autorregulación se conduce en los siguiente tres pasos:

 

1. PLANEACIÓN:

Las actividades que pueden propiciar en el contexto del estudiante se basan en la organización de las actividades escolares; que le permitan observar, medir y mejorar la forma para alcanzar sus logros. Un ejemplo de estas son:

  • Priorizar las actividades, establecer un horario y determinar la información aprendida, a través de diarios, bitácoras y agendas; de manera que el sujeto priorice las actividades.
  • Organización del lugar de estudio; de manera que sea fácil establecer los elementos necesarios para realizar mi trabajo.

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2. REGULACIÓN Y CONTROL:

Esta fase es durante la actividad. Importante para fortalecer la concentración, disminuir la perdida del hilo y desarrollo argumental, mejorar el proceso de elaboración de la tarea. Es así que, el estudiante regula su aprendiza al realizar preguntas que permitan rectificar si el proceso durante su realización está bien. Por ejemplo:

¿Qué estoy haciendo?

¿Cómo debería continuar el trabajo o finalizarlo?

¿Qué información es importante y debo recordar?

¿Debería hacerlo de otra manera?

¿Qué puedo hacer si no entiendo algo?

3. EVALUACIÓN:

En esta última, el alumno, realiza la revisión de sus procesos a través de la supervisión de su trabajo; elaborándose preguntas como:

¿Podría haber desarrollado de otra forma el trabajo?

¿Si pudiera calificar mi trabajo, que nota sugeriría?

¿Cómo puedo aplicar lo aprendido a otros problemas?

¿Es necesario volver atrás en la información para realizar correcciones?

¿Qué aprendí?

Con estos pasos podrás mejorar tus técnicas y hábitos de estudio con el fin de adquirir mayor capacidad de concentración, no solo en una sino en diferentes materias; esto es pensando tanto en el ambiente escolar como universitario.

Fuente bibliográfica: http://www.redalyc.org/pdf/834/83412219002.pdf

 

Como convertirse en un estudiante efectivo

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